2/2/11

Si estás muerto, ¿por qué bailas?

Hay días en que a veces se te mete en la cabeza una imagen, una frase o algún momento que ya no te abandona durante un tiempo.
Hoy estado todo el día pensando en esta imagen:

"... Siempre me había gustado el título de esa película de Alfredo Landa y pensé súbitamente en él en el pasado Festival de Cannes. Mientras las estrellas más rutilantes del cine mundial efectuaban ese curioso paseíllo a caballo entre parada de los monstruos y desfile de moda que sucede sobre una alfombra roja, escuché a Catherine Deneuve -la última estrella europea, con permiso de Jeanne Moreau- murmurar entre dientes que se dibujaban a través de sus labios teñidos de granate intenso, mientras miraba con una cierta conmiseración a los fans que la aclamaban apostados a la entrada del Palais: "Supongo que estos serán los que también vendrán a mi funeral, así que voy a bailar para ellos". E inmediatamente avanzó hacia el centro de la alfombra y se pintó en su cara ese amago de sonrisa, que es la marca de la casa, que ofreció a los fotógrafos enfervorecidos y a los cazadores de autógrafos que rugían "¡Catherine!"."

La Deneuve es mucha Deneuve. No puedo olvidarme de esa actitud altanera, esa cara de asco y de complejo de superioridad tan suyo, que la hacen tan grande.
Adoro esa frialdad tan bella.

Lo describe muy bien Isabel Coixet, y acierta de pleno. Como de hecho también acierta en sus reflexiones sobre el cine español en particular y el cine mundial en general... ;-)

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